Recientemente, un CRPG (Computer Role-Playing Game) ha estado en la boca de muchos foros en la web y los fans de CRPG por igual. Divinity: Original Sin toma todo lo que conocíamos de un tradicional CRPG y nos regresa a este tipo de juegos de una forma memorable. Para aquellos de nosotros que recuerda a juegos como Baldur’s Gate e incluso juegos de mesa de Dungeons & Dragons sin duda alguna recibirán con los brazos abiertos esta nueva oferta de Larian Studios.
En primer lugar, casi todo elemento en el juego es interactivo, esto incluye tanto dentro como fuera de la batalla. El combate trabaja en un sistema basado en turnos y le permite no sólo atacar y usar magia, pero también le permite interactuar con el ambiente en el campo de batalla. Por ejemplo, digamos que uno de tus enemigos está parado sobre un charco de agua causado por un hechizo de agua o de lluvia. Si usted continua su ataque con un hechizo de electricidad, este electrocuta su enemigo y posiblemente inflige daño extra y causando algunos efectos secundarios. Una vez más, esta cuenta también fuera de la batalla. Cuando llegué a la primera ciudad de Cyseal, me di cuenta de que un barco estaba en llamas. Ahora, no tenía un mago con capacidad de hacer un hechizo de lluvia en mi grupo, pero yo tenía un pergamino de lluvia que hace el mismo efecto. Su uso en el barco terminó apagando el fuego, me acumuló puntos de reputación e incluso puntos de experiencia (imaginen mi sonrisa al ver el resultado).
La exploración es otro punto clave en Divinity: Original Sin. Casi todo se puede saquear (“loot”) y casi todo personaje con que te topas (NPC – Non-Payable Characters) usted puede negociar un trueque. ¿Es el alcalde de un pueblo rico y tengo cosas caras para vender? Perfecto, lo venderé a él. Además, mientras estaba en la ciudad, tuve la oportunidad de hacer un hechizo para hacer invisible mi personaje “Rogue” y robar muchos artículos de las casas. Esto incluye pinturas, copas caras, etc. Divinity: Original Sin también incluye un sistema para poder jugar de forma cautelosa. Simplemente apretando la tecla C en el teclado, su personaje se oculta en un objeto al azar (un arbusto, barril, rock) y siempre y cuando estés fuera del cono de visión de un NPC, casi todos objeto en una casa pueden ser saqueado y vendido.
Ahora una de mis partes favoritas, la creación del personaje. Las creaciones faciales no son tan profundas, pero las personalizaciones de las diferentes clases son bastante interesantes. Se puede elegir entre Combatiente (Fighter), Bruja (Witch), Geomancer, Caballero (Knight) y muchos otros. Después de elegir una clase para cada personaje (masculino o mujer) usted puede ajustar sus habilidades, capacidades y talentos (“perks”). La toma de decisiones es muy importante en este juego, especialmente cuando se trata en el desarrollo de los personajes. Mi consejo, no haga que su personaje en un hombre orquesta que haga de todo. Seleccione y elija ciertas habilidades que su personaje puede dominar.
En conclusión, crea o no, he estado jugando Divinity: Original Sin por cerca de 10 horas, he completado el primer “Dungeon” y aún estoy explorando la primera ciudad. No hace falta decir, usted obtiene gran valor por su dinero. Básicamente, Divinity: Original Sin ha hecho un buen regreso para CRPGs. Ambos, tanto Gamespot e IGN han dado puntuaciones de 9.0 de 10, debido a los niveles de diversión y el regreso triunfal al género. Si estabas buscando algo para sumergirse y satisfacer esa sed por jugar los géneros de la vieja escuela, entonces debe de darle una oportunidad a Divinity: Original Sin.
Fotos: Larian Studios